Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. Poco más de dos millones de euros es el cálculo que ha hecho la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València sobre el alcance de los daños materiales provocados por las llamas el pasado mes de diciembre, cuando tuvo lugar un incendio en las cocheras de la firma municipal en San Isidro, que afectó a 26 autobuses de su flota, parte de los cuales acabaron calcinados.
Así lo anunciaron el edil de Movilidad y presidente de la mercantil pública, Giuseppe Grezzi, y el alcalde de València, Joan Ribó, con motivo del pleno extraordinario que la oposición forzó para hablar exclusivamente del incidente y que el gobierno municipal aprovechó para hacer públicas las novedades sobre la investigación policial y el peritaje de los daños. Algo que, por cierto, diferentes ediles de la oposición llegaron a afear, al haber tenido conocimiento de esta información después que los medios de comunicación.
2.045.000 euros es el cálculo más exacto que detallaron los responsables municipales, del cual 1,5 millones aproximadamente corresponden a los autobuses que acabaron en siniestro total e inservibles, y el resto, a los vehículos que alcanzaron las llamas pero que sólo se vieron afectados de manera parcial. Se trata de una cuantía estimada por el valor contable de los autobuses y que la firma ya ha trasladado a la aseguradora, Zurich, cuya póliza contrató la empresa en 2019.
Lo que está claro de momento es que la compañía de seguros ha mostrado su voluntad de hacer frente a los daños al haber transferido ya a la firma municipal un adelanto de 600.000 euros "en concepto de pago a cuenta de la indemnización [...] que pueda corresponder" cuando acaben los trabajos de comprobaciones y peritaciones relativas al siniestro, dado que, más allá del valor contable de los vehículos detallado por la EMT, aún no hay una valoración de daños realizada por los peritos de Zurich.
Se asume así la hipótesis que hasta el momento gozaba de mayor credibilidad, la de que el incidente no fue intencionado, sino un mero accidente. Es lo que explica la Brigada Provincial de la Policía Científica, perteneciente a la Policía Nacional, en su informe pericial elaborado tras el suceso, según el cual en la cochera "no se han localizado indicios que hiciesen sopesar una posible intencionalidad del siniestro". Así pues, "todo parece indicar que el origen del incendio pudiera estar relacionado con alguna incidencia en el cuadro eléctrico" de uno de los autobuses -con numeración 5174-.
El informe, que ya ha sido remitido al Juzgado de Instrucción número 1 que instruye las diligencias sobre el incendio, no entra en más detalles sobre el origen de las llamas debido al "alto grado de destrucción que presenta la zona". Sí incide en que no "existen testimonios que hiciesen pensar en una posible etiología criminal", aunque, subraya, no hay grabaciones de cámaras de seguridad próximas.
Los agentes explican que el Sistema de Ayuda a la Explotación del que están dotados cada uno de los autobuses, en el caso del vehículo foco, emitió señales extrañas apenas 20 minutos antes de que el empleado de la garita se percatase de las llamas y el humo. El Sistema registra una conexión a las 16.21, y más tarde, a las 16.32 se emitió desde el vehículo una señal de emergencia para continuar con señales alternas de conexión y desconexión, y a las 16.45 se produjo el aviso de los empleados de la EMT, cuando el fuego ya quemaba vehículos próximos.
Así fue el incendio de la EMT
Según el gestor de este sistema, la empresa Indra, cuando se emite la señal de emergencia -que de normal es activada por el conductor-, se gestiona desde el centro de control. Pero en la semana previa al incendio ya se habían registrado tres avisos de emergencia que habían sido desactivados por los empleados de Indra al entender que eran errores, pues en el último año se había revisado el bus en dos ocasiones sin encontrar averías y los avisos se achacaban a "pulsaciones accidentales" del botón de alarma.
El pleno municipal rechazó la creación de una comisión de investigación sobre el incendio con los votos en contra del gobierno municipal. Los tres partidos de la oposición, PP, Ciudadanos y Vox, aprovecharon sus respectivas intervenciones para cuestionar la transparencia de la empresa municipal al no entregar documentación que, según dijeron, se ha solicitado en varias ocasiones. La portavoz del PP, María José Català, volvió a solicitar las periciales realizadas por la EMT y la compañía de seguros y criticó que no se diera cuenta del informe policial en el Consejo de Administración: "Han podido transgredir el derecho a la información que recoge la Ley de Sociedades", aseveró.
Además, la popular lamentó que el alcalde "se encadene" al presidente de la EMT y el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, consideró que "Grezzi no puede continuar ni un día más como presidente" de la EMT y que el alcalde "tiene que ser reprobado por mantenerlo en un puesto de forma ficticia". El edil naranja Narciso Estellés dijo haber pedido la documentación del incendio "hasta seis veces y hoy el alcalde ha leído los dos informes más importantes, el de la policía y el del seguro, a los medios de comunicación antes del pleno", una "falta de vergüenza", señaló. El consejero de Vox, Vicente Montañez, por su parte, dijo que "nadie piensa ya que [Grezzi] es transparente" y que Ribó está "sometido" al edil.
Ribó defendió al edil de Movilidad y dejó claro que únicamente forzará la dimisión de Grezzi en caso de que se vacune "fuera de tiempo" de forma "insolidaria" o "si se aprovecha de su cargo para robar dinero público en beneficio propio o en el de su partido, como pasó con el famoso caso del 'Pitufeo', donde continúan imputados asesores del PP". "Ladran Sancho, luego cabalgamos", finalizó su intervención el primer edil.
